El álbum ilustrado: Érase una vez lo que no fue
El álbum ilustrado es un género de la Literatura Infantil y Juvenil, una manifestación literaria en la que el texto y las ilustraciones tienen la misma importancia, así como un instrumento de educación literaria, artística y social. Se diferencia del libro ilustrado, con el que normalmente se suele confundir, no en en la cantidad de imágenes (que es mayor) si no en el concepto. En el álbum ilustrado la imagen y el texto se complementan, son una unidad. La narración se articula a través de la interacción y compenetración de la palabra y de la imagen, por lo tanto, en el álbum ilustrado no se puede prescindir de la imagen, como si que ocurre en el libro ilustrado, pues en éste el mensaje, el significado se articula entorno al texto y la imagen solo actúa como complemento.
Análisis del álbum ilustrado Érase una vez lo que no fue:
Érase una vez lo que no fue, es una obra del ilustrador mexicano Juan Palomino que fue publicada en Ciudad de México en 2016. La obra narra,
como muchos cuentos infantiles, la historia de un príncipe y una princesa que se
enamoran, pero en cuya historia de amor se entromete una malvada bruja
que hechiza a la princesa que queda sumida en un profundo sueño. Y que
gracias al príncipe que logra romper el hechizo la princesa despierta y
ambos se casan. Pero todo esta historia no ocurre más allá de una
página... porque la verdadera historia son las otras historias que
pudieron pasar y no ocurrieron y que Palomino nos va exponiendo en cada
una de sus páginas.
Características:
- Narración breve, clara y sencilla: el texto no supera las cinco líneas, en este caso vemos que hay un texto de tres líneas, pero por lo general en todo el libro, oscila entre dos línea y tres. Aunque hay páginas que solo son imagen.
- No hay complicaciones argumentales del principio al final, puesto que progresa de manera lineal hasta el final.
- En el álbum ilustrado el lenguaje es más elaborado que el coloquial. Es claro y fácil de leer, pero sin perder su calidad literaria.
- El género es la ficción y el tema sería la aventura.
- El narrador es omnisciente, habla en tercera persona del singular y en pasado, y se limita a contar qué hacen los personajes.
- Cuenta una historia intemporal con un escenario genérico, es decir, no nos indica el tiempo ni el lugar donde se desarrolla, en este caso, sitúa la acción en "un lugar muy lejano" simplemente.
- Hay una fuerte presencia de personajes fantásticos como la bruja y el duende a los que el texto menciona, y muchos otros como el Cíclope, el dragón, gigantes, centauros; y presencia de elementos no normales, como que la princesa es hechizada y se sume en un profundo sueño.
- Las ilustraciones son a doble página, y ocupan todo el espacio, puesto que el texto está integrado en la imagen, como vemos en la imagen posterior y anterior. Por lo tanto, se concede más espacio a la parte visual que a la escrita.
- Las imágenes son esenciales puesto que cuentan más allá de lo que aparece escrito, además ilustra cómo son físicamente los personajes, el aspecto de los distintos espacios, como en este caso, el aposento de la princesa, elementos que no aparecen en el texto. En el ejemplo siguiente, el texto cuenta que los esfuerzos del príncipe no hubiesen servido de nada si el antídoto sólo hubiera anunciado el comienzo de otro día, pero la imagen nos da más información, el principe ha besado a la princesa por toda la cara para despertarla, ha tocado un platillo, un tambor, se ha hecho de día y el gallo ha cantado... pero la princesa no ha despertado.
- Hay, por tanto, un equilibrio entre lo implícito y lo explícito.
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